BETIJOQUE/ Homenaje a Rafael Rangel padre de la parasitología

Rafael Rangel nació en Betijoque el 26 de abril
de 1877 y en su honor se celebra en Venezuela
el Día del Bioanalista.

Ricardo Silva Alvarado, destacado médico, investigador y docente fue el encargado de pronunciar el discurso de orden en el programa especial organizado en la tierra natal del sabio trujillano.

El investigador y formador de investigadores y médicos en el país, Ricardo Silva Alvarado, paisano del doctor Rafael Rangel dijo en el discurso de orden que le toco pronunciar dentro del programa de actividades celebrado por la municipalidad rangeliana este 25 de abril, cuando se estaban cumpliendo 142 años del nacimiento del sabio en la tierra que lo vio nacer, Betijoque, que “Rafael Rangel y José Gregorio Hernández, son héroes trujillanos en el campo de la investigación, reconocidos por todas las universidades del país, siendo Rangel maestro de maestros de la Microbiología”.

Las actividades dedicadas al sabio investigador, tuvieron una masiva concurrencia este 25 de abril evidenciado en un desfile donde participaron alumnos de las escuelas de la localidad, liceos, representantes de la Unefa, de la reserva y de los grupos culturales e invitados, que abarcaron varias cuadras del poblado, marcha que partió después de las 10 de la mañana en la plaza Bolívar de Betijoque y llegó a su destino, faltando 15 minutos para las 11, bajo una amenaza de lluvia que llevo a que muchos abandonaran el lugar antes de iniciarse la sesión solemne del Ayuntamiento y la Alcaldía local.

Jornada Cultural

Antes de la sesión del Ayuntamiento se cumplió una jornada cultural, donde tuvieron participación activa la Banda Rafael Castellanos del municipio Bolívar, Grupo Cultural Egida Silva de Alfredo Escalona; Baile de los Enanos y la Muñeca de la Calenda, además de los integrantes de la formación premilitar de las diversas instituciones escolares y del Liceo Emiro Fuenmayor de Betijoque.

No hubo las tradicionales ofrendas florales de coronas de flores naturales, sino que las personas invitados a ofrecer la ofrenda tomaban una rosa roja y la colocaban en un recipiente colocado al frente del Rangel de pie de la plaza del mismo nombre en la calle 8 de la población. (Eduardo Viloria/ Diario de los Andes)