Miles de devotos visitan anualmente la población de Isnotú |
A este insigne y ejemplar hombre nacido el 26 de octubre de 1864 en el pintoresco pueblo de Isnotú, estado Trujillo, le son atribuidos números milagros, por lo que es considerado por católicos venezolanos, como un santo
Fue el 16 de enero de 1986 cuando José Gregorio Hernández, uno de los venezolanos de mayor proyección, tanto por su vida religiosa como científica, es nombrado Venerable por el Papa Juan Pablo II, momento a partir del cual se inicia el proceso hacia su beatificación, logro que el pueblo creyente en sus milagros espera alcanzar pronto.
A este insigne y ejemplar hombre nacido el 26 de octubre de 1864 en el pintoresco pueblo de Isnotú, municipio Rafael Rangel, estado Trujillo (a aproximadamente 623 kilómetros de distancia de Caracas), le son atribuidos números milagros, por lo que es considerado por católicos venezolanos, y hasta fuera del país, como un santo aún cuando su beatificación está en proceso.
Además de su entrega religiosa, José Gregorio es recordado por su bondad, rectitud, humanismo, y don altruista de atender el llamado de cualquier enfermo, así como por sus aportes científicos y conocimientos médicos y docentes.
Milagros y favores concedidos por el Venerable son agradecidos diariamente en su pueblo natal |
Es en torno a la imagen del Venerable que su tierra natal es visitada a lo largo del año, especialmente en fechas importantes como la de su nacimiento y en Semana Santa, por fieles y creyentes quienes se acercan hasta su santuario, ubicado en el corazón del pueblo, para agradecer por favores recibidos o para hacer alguna petición para la sanación de enfermedades.
En Isnotú también se encuentran el museo donde reposan algunas de sus pertenencias y pinturas alusivas a episodios de su vida, la capilla y la plaza de los peregrinos, rodeada por más de 26.000 placas en agradecimiento por favores recibidos, donde se encuentra la escultura de mármol blanco, ubicada justamente sobre el piso original de lo que fue su residencia.
Este santuario se ha convertido es una de las principales referencias turísticas de la entidad andina, preferido por feligreses que de todas partes del país que se acercan a venerar al hombre que dejó de existir el 29 de junio de 1919, al ser atropellado por un vehículo al intentar cruzar una calle de La Pastora, en Caracas.
Debido a esta veneración que surge desde el pueblo hacia el también conocido como el médico de los pobres, la iglesia católica venezolana inició en el año 1949 el proceso de beatificación y canonización ante el Vaticano. (AVN/ Correo del Orinoco)