Santos Bazó exhibe una tragavenado de 15 metros de largo |
Santos Bazó, fundador de Serpentario.com, ha recolectado casi 200 especies de serpientes existentes en el país También desarrolla programas de reforestación, reciclaje y charlas en colegios, comunidades, instituciones y empresas.
En Venezuela existen unas 200 especies de serpientes científicamente registradas y en el Serpentario de Valera, una fundación si fines de lucro en el estado Trujillo, contienen muestras de casi todos estos ejemplares, en un lugar muy particular que lleva a cabo una función educativa y de difusión para el conocimiento y la protección de estos reptiles.
Se le conoce como Serpentario.com , un blog con el mismo nombre aparece en la web; y es una iniciativa de Santos Bazó, un ingeniero agrícola egresado de la Universidad de los Andes (ULA), que desde hace más de 20 años lleva adelante este trabajo que comenzó con un grupo de compañeros de clases, para cumplir con una asignatura de la carrera.
Poco a poco se enamoró del proyecto y lo fue consolidando hasta el día de hoy, hasta el punto que se exhibe como uno de los más importantes del país, único en Trujillo, con el que se persigue romper los mitos que tanto daño le han hecho a la fauna silvestre.
Su fundador le ha entregado gran parte de su vida y sus conocimientos a esta fundación ecológica, brindado un inigualable aporte a la investigación de la toxicología ofídíca en Venezuela y América Latina.
"Funcionamos por autogestión, pues ha costado conseguir apoyo oficial y privado para mantener el serpentario, lo que es actualmente, no es más que el fruto de un esfuerzo personal y de un valioso grupo de voluntarios", expresa.
En Venezuela existen unas 200 especiesde serpientes científicamente registradas |
Inicios
Comenzó en el municipio San Rafael de Carvajal, luego se mudó a un terreno del eje vial Valera –Trujillo, pero ante la imposibilidad de contar y mantener con un personal fijo, decidió operar desde su residencia, ubicada en el sector Las Acacias de Valera.
Desde allí desarrolla su trabajo con el apoyo de al menos 40 voluntarios, en su mayoría jóvenes estudiantes amantes de la naturaleza y que piensan en verde, funcionando como grupo ecológico al servicio de la comunidad trujillana.
Además de las casi 200 especies ofídicas de diversos colores y tamaños, en el serpentario albergan un cocodrilo, así como varias especies de arácnidos, alacranes, camaleones y otros reptiles.
Su misión va más allá del rescate físico de estos animales, ya que llevan adelante un programa educativo que recorre escuela, liceos y universidades, así como instituciones públicas y privadas, donde llevan un mensaje ambientalista, con propuestas de conservación, reciclaje y reforestación.
Jóvenes voluntarios en plena acción |
Voluntarios
Anderson Ríos, de 16 años, es uno de los voluntarios del serpentario, comparte sus estudios de bachillerato con las actividades del serpentario y participó recientemente en una jornada de limpieza de ríos y quebradas en el municipio Valera, actividad promovida por la Fundación.
Anderson Ríos, de 16 años, es uno de los voluntarios del serpentario, comparte sus estudios de bachillerato con las actividades del serpentario y participó recientemente en una jornada de limpieza de ríos y quebradas en el municipio Valera, actividad promovida por la Fundación.
"Es una experiencia muy enriquecedora, te ayuda a crecer como persona y como ciudadano, a querer y respetar a los animales y activarse en la protección de nuestro ambiente", afirmó.
Otra voluntaria de este programa es Aleiram Díaz, una estudiante de turismo de 17 años, quien ve en esta actividad una gran oportunidad para ejercer a futuro su profesión desde el punto de vista ecoturístico. "Estoy aprendiendo mucho, disfruto alimentando y limpiando las serpientes, son muy dóciles y hasta indefensas", señaló.
Entre las diferentes actividades de la fundación descascan también la cría y reproducción de especies, intercambio con terrarios y zoológicos del país y liberación de animales en su habitat. Están afiliados a la cooperativa Bioreptiles y forma parte de la Red Nacional de Venenos, coordinan además un centro de acopio creado en Trujillo para facilitar la producción de antivenina (suero antiofídico).
Salvando vidas
En mayo de 2008, un joven de 21 años fue mordido por una serpiente coral en el sector Carmania (vía La Puerta), sobrevivió por más de 14 horas, ya que el antídoto no se encontraba en Trujillo.
La Fundación se activó junto al Cuerpo de Bomberos y otros grupos de rescate de Valera, para lograr a través de la Red Nacional de Venenos, contactar con la Gobernación del Estado Zulia que suministró un helicóptero para trasladar de urgencia el suero antiofídico hacia Valera desde Corpozulia en Maracaibo, donde se consiguió.
Además de ayudar a salvar vidas, la fundación Serpentario,com realiza entre 15 y 20 rescates y capturas de ofidios por semana, para esto son localizados telefónicamente y para la operación cuentan con los equipos necesarios como ganchos, pinzas, fundas y demás materiales necesarios. Actúan en conjunto con Protección Civil y Bomberos.(Jogly Valero/Panorama/Fotos. Jogly Valero/ Serpentario.com)
Entre las diferentes actividades de la fundacióndescascan también la cría y reproducción de especies |
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