En honor a este ilustre trujillano el 25 de abril se celebra en Venezuela el Día del Bioanalista. |
Reconocido como el padre de la parasitología en Venezuela y como uno de los investigadores pioneros en el área de Salud Pública. Es por este trujillano y sus logros que todos los bioanalistas venezolanos celebran el 25 de abril su día nacional.
En Venezuela el estudio de la parasitología se debe al incansable trabajo del científico Rafael Rangel, pionero de los estudios microbiológicos en el país, quien nació en la población de Betijoque, actual capital del municipio Rafael Rangel del estado Trujillo, el día 25 de abril de 1877, hijo de Teresa Estrada y Eusebio Rangel Moreno.
Su educación primaria la recibió en Betijoque, en el plantel dirigido por el venerable educador trujillano Enrique Flores. Después pasó a cursar en el Seminario Diocesano de Mérida y posteriormente en el instituto “Maracaibo”, del insigne pedagogo zuliano Raúl Cuenca, culminó sus estudios en la antigua Universidad del Zulia, donde se graduó de bachiller en Ciencias Filosóficas.
Luego se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela para cursar estudios superiores, en un recio afán de superación, allí fue pupilo de eminencias médicas como los doctores Luis Razetti (1862-1932) y José Gregorio Hernández (1864-1919). Aunque Rafael no llegó a graduarse, dedicó toda su vida al estudio de la Histología, Anatomía, Bacteriología, Física y Química Médica.
La experiencia adquirida en el breve lapso de estudios y las lecciones que recibió del Dr. Santos Aníbal Dominici en el Instituto Pasteur de Caracas en 1900, donde fue preparador, le permitió familiarizarse con la Bacteriología y la Microbiología, y el haber sido externo en la cátedra de Clínica Médica dirigida por el mismo Dr. Domínici, le facilitó la incorporación como asistente a las salas San Miguel y San Vicente de Paúl.
Rangel aprovechó al máximo esta oportunidad de trabajo y de aprendizaje colaborando con el maestro Dominici en las diarias visitas que éste efectuaba a los pacientes del hospital Vargas y, de esta manera, se entrenó directamente en el campo práctico de la ciencia que eligió para desarrollar sus actividades, así se incorporó definitivamente a la disciplina del laboratorio.
Discípulo de José Gregorio Hernández
El Núcleo de la Universidad de los Andes en Trujillo lleva su nombre. |
El desempeño que obtuvo como preparador en las cátedras dirigidas por el Dr. José Gregorio Hernández, le permitió conocer las técnicas de la parasitología microscópica, la coloración de microorganismos, la elaboración de medios de cultivo y la inoculación de gérmenes patógenos en animales de laboratorio.
En 1902 Rafael Rangel fue designado jefe de Laboratorio de Histología y Bacteriología del hospital Vargas, en donde además de hacer exámenes de rutina, ofrecía soluciones terapéuticas y desarrolló una corta pero fructífera carrera.
Por sugerencia de su paisano, el también trujillano José Gregorio Hernández, siguió como línea de investigación el estudio de la estructura y fisiología del sistema nervioso. Inició la organización del laboratorio, al comienzo contó con pocos equipos, pero con el apoyo del presidente Cipriano Castro, logró convertirlo en un centro no sólo de servicios para el hospital, sino de investigación activa en el campo de la parasitología.
Su hazaña científica lo inmortalizó
Para el año 1904, Rafael Rangel logró una de las hazañas científicas más grandes de la historia médica de nuestro país y del Continente, al aislar el bacilo específico de la peste bubónica, descubriendo los agentes etiológicos de dos enfermedades endémicas en nuestro medio, una humana, la Uncinariosis y la otra animal la Derrengadera de los Equideos, lo que permitió el desarrollo del fármaco para erradicarla.
Casa natal de Rafael Rangel en Betijoque, estado Trujillo |
Una de sus contribuciones de mayor impacto consistió en el análisis sistemático detallado y fundamentado en el estudio de casos de Anquilostomiasis asociados a causa de anemias graves en poblaciones rurales, donde pudo detectar en pacientes el parásito Necator americanus y sus huevos.
Esos hallazgos resultaron sumamente útiles para establecer el tratamiento de la enfermedad. Años más tarde, el Dr. Enrique Tejera halló al lado del Tripanosoma cruzi otros flagelos a los que denominó, en 1920, Trypanosoma rangeli, quedando así inmortalizado este nuevo flagelo con el nombre del ilustre Rangel.
Otro de sus grandes logros fue haber detectado por primera vez el mortífero virus del Ántrax en América Latina, a partir de un caso registrado en Coro. Gracias a los trabajos de Rafael Rangel, en 1908 preventivamente se cerró el puerto de La Guaira, pues el sabio científico estaba seguro de que si no se tomaba esta medida, la peste bubónica se habría convertido en una epidemia mortal, su astucia salvó miles de vidas.
Pese a sus logros y el reconocimiento recibido, el 20 de agosto de 1909, de forma inesperada Rafael Rangel se suicidó ingiriendo cianuro, ante la perplejidad del país que lo admiraba cuando tenía apenas 32 años. Su sabiduría, trabajo y logros alcanzados en beneficio de la salud pública de nuestro país y el continente, lo ubican como uno de los grandes héroes de Trujillo, Venezuela y el mundo. (Jogly Valero/ con información de Íconos de Venezuela, Ilustres Venezolanos y Vida y obra del Br. Rafael Rangel)
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